Foráneas, foráneos… se sentirán muy identificados con este artículo. Ya seas una estudiante que se mudó a otra ciudad por su nueva escuela o una profesional que quiso impulsar su carrera en otro lado, te has convertido en una foránea. Yo lo soy y, aunque no lo grito a los cuatro vientos, definitivamente sí he vivido muchas situaciones divertidas, tristes o extrañas. En fin, sí estás a punto de serlo tienes que leer esto, pues al fin y al cabo te va a pasar. Por otra parte, si ya formas parte del club, pues está bien reírse un rato de ello. ¡Arriba los foráneos!
Eres fan de las sopas instantáneas
¡Te han salvado muchísimas veces! También he aprendido a improvisar y a preparar todo un platillo con una sopa instantánea. Lo sé, suena algo asqueroso, pero cuando hace hambre de la buena, entonces te las ingenias para saciarte por completo.
De alguna forma descubres cómo cocinar
Se los juro, yo no sabía cocinar más que lo básico, como tacos, hot cakes, carne entre otras cosas. Sin embargo, esos guisos que hacía mi mamá o las albóndigas que cocinaba mi nana sabía hacerlas. En cuanto me mudé por mi cuenta sabía que tenía que aprender a cocinar. Después te vuelves un poco más fanática de la cocina pues comienzas a ver tutoriales de YouTube o lees libros de recetas. Algo que también todas las foráneas hemos hecho es preguntarle a nuestras madres cómo se lava una verdura o como se cuece tal alimento. Al principio no era un experta y hasta la fecha todavía no lo soy, pero al menos ya dejé de cocinar los típicos huevos estrellados de las mañanas.
No tienes el amor de tu madre cuando te enfermas
¡Es de las peores cosas que puedes vivir siendo una foránea! Lo curioso es que antes de mudarte por tu cuenta, no solías enfermarte mucho y ahora que vives sola, parece que las enfermedades llegaron a tu puerta. Nunca aprecié lo que hacía mi madre por mí hasta que me fui de su lado. Ahora envidio a mis amigos y vecinos que sí tienen a sus padres en la misma ciudad o viven aún con ellos.
Pasarás las festividades sola
En el Día de las Madres, la mayoría de mis amigas y conocidos festejaron ese día al lado de su mamá. En mi caso, y en el de muchas foráneas, solo pude hacer una llamada telefónica. También sucede lo mismo en el cumpleaños de mis padres o de mi hermana, incluso en el mío.
Regresas de tu ciudad natal con un montón de tuppers y objetos para el hogar
Pensé que no sería así, pero sí. Mi mamá me manda nuevos tuppers y cosas para el hogar como un nuevo sartén o algo por el estilo. Nunca pensé que encontraría tantos objetos útiles en la casa donde viví 20 años. Cuando eres foráneo, te das cuenta que todos estos artículos son muy costosos. Entonces entendí el por qué mi madre se enojaba cuando perdía un recipiente. ¡Lo siento mamá!