¿Una mamá lactante necesita seguir una dieta especial? Sí, en el sentido de que debe seguir una dieta saludable y variada para producir un alimento de calidad. Una dieta muy baja en calorías o que excluya ciertos grupos alimenticios afecta la cantidad y calidad de la leche materna. Si lo que te preocupa es ganar peso, descuida, estás gastando unas 500 calorías más que una mujer que no está amamantando. Sigue los siguientes consejos y vive esta etapa con responsabilidad. ¡Beneficiarás tu salud y a tu bebé!
¡Sin contar calorías!
Cada caso es diferente, pero, por regla general, la mayoría de las mujeres que dan pecho necesitan unas 500 calorías más que las mamás que no lo hacen. Esto quiere decir que deben consumir entre 2,000 y 2,500 calorías cada día.
Es mejor que te bases en el hambre que sientes para decidir cuánto vas a comer. La cantidad exacta de calorías que necesitas dependerá de ciertos factores tales como tu peso actual, tu grado de actividad y la frecuencia con que amamantas a tu bebé.
Mientras que unas mamás pierden mucho de peso mientras amamantan, otras no pierden casi nada. Todo depende de tu cuerpo, tu alimentación, tu grado de actividad así como de tu metabolismo. Si pierdes más de medio kilo a la semana, después de las primeras seis semanas quiere decir que necesitas ingerir más calorías.
Elige grasas saludables
Las grasas que son buenas incluyen el aceite de canola, de oliva, pescados grasosos, aguacate, aceitunas, nueces y semillas. Limita el consumo de grasas saturadas y evita las grasas trans. Las grasas saturadas se encuentran en la carne grasosa, la leche entera, los aceites tropicales como de palma y coco y la mantequilla. Consumir demasiada grasa no saludable puede alterar la composición grasa de tu leche materna, lo que no es bueno para tu bebé. No se conocen aún los efectos a largo plazo del consumo de grasas no saludables en la salud cardiovascular de bebés, pero sí sabemos que en adultos causa afectaciones al corazón, aumento de colesterol malo y reducción de colesterol bueno, así como aumento en inflamaciones.
Come variado
Un riesgo que tienen las madres lactantes es la ingesta de alimentos contaminados con químicos y pesticidas. La mejor manera de reducir este riesgo es comer variado. Si comes gran cantidad de un alimento alto en pesticidas, tu ingesta del químico será mayor que si ese alimento fuera solo uno de muchos de tu dieta.
Infórmate sobre qué frutas y vegetales son los más altos en pesticidas. También elige opciones orgánicas en la medida de lo posible. Siempre lava las frutas y vegetales bien y si tienes la opción de pelarlas, mejor.
Bebe mucha agua y limita la cafeína
Cuando amamantas, tu cuerpo necesita alrededor de 16 tazas de líquidos. Esto incluye el líquido que se encuentra en tus comidas, como caldos, sopas, así como en las frutas o vegetales. La regla general sería que bebas siempre que tengas sed. Si tu orina es de color claro, es una buena señal de que estás bien hidratada.
Por otro lado, está bien que bebas una taza de café por las mañana, pero procura hacerlo con moderación. Una pequeña cantidad de cafeína terminará en tu leche y es posible que se acumule en el sistema de tu bebé, ya que no la puede digerir muy bien.
Para más información, aquí un artículo sobre lo que debes evitar durante la lactacia.
Vigila los sabores de lo que comes o bebes
La mayoría de las mamás que dan pecho pueden comer una gran variedad de alimentos, sin ninguna queja por parte del bebé. De hecho, algunos expertos recomiendan que es bueno que los bebés prueben diferentes sabores a través de la leche materna.
Al disfrutar de tus platillos favoritos mientras amamantas, le estás dando “una probadita” de lo que comes. Haciendo esto, es probable que pruebe más tipos de comida cuando empiece a comer sólidos.
Algunas comidas tienen sabores muy fuertes y pueden hacer que tu bebé tenga gases o esté irritable. Si tu bebé es sensible a algo que comes o bebes, te darás cuenta ya que se mostrará irritado. Llorará sin parar o dormirá muy poco. Algunos de los alimentos más problemáticos que pueden causar cólico son el brócoli, la col, las coles de Bruselas y la leche de vaca.