A veces nos preguntamos si es mejor quitar la piel de frutas y verduras por cuestiones de higiene y/o gusto. Por ejemplo, a la manzana, la pera y los tomates les quitamos la cáscara al preparar platillos. Por otro lado, en la piel de muchos alimentos podemos encontrar gérmenes, pesticidas e impurezas.
No obstante, basta con realizar un lavado meticuloso de estos alimentos con agua o con productos especializados para evitar ingerir este tipo de sustancias.
Beneficios de comer frutas y verduras con piel
Son ricas en vitaminas. Aunque el interior de las frutas es especialmente rico en vitaminas, cuando retiramos la piel se pierden gran parte de ellas. De hecho, en frutas como la manzana su contenido en vitamina C es incluso mayor en su piel. Cuando retiramos la piel de frutas y verduras, estos pierden nutrientes esenciales, por lo que cuando comemos un alimento sin piel estamos consumiendo la mitad de los nutrientes que originalmente tenía.
Son altas en fibra. Lo cierto es que la piel de las frutas es especialmente rica en fibra soluble, un nutriente que además de incrementar la sensación de saciedad ayuda en la prevención del estreñimiento y del cáncer de colon. Al retirar la piel de las frutas o verduras antes de consumirlas, eliminamos la mayor concentración de fibra que poseen.
¿Cómo comer frutas y verduras con piel?
Es posible eliminar las toxinas acumuladas en la piel de los alimentos y que son perjudiciales para nuestra salud. La clave está en hacer un lavado meticuloso con agua.
Antes de empezar debemos lavarnos bien las manos con agua y jabón, al igual que después de haberlas manipulado. En la actualidad se venden incluso determinados productos alimenticios que ayudan a limpiar este tipo de alimentos.
Ahora lo sabes, come frutas y verduras con cáscara y obtén todos sus beneficios.