Cómo enseñarle a tu hijo a superar las decepciones

Cuando eres madre quieres solamente lo mejor para tus hijos. Incluso quisieras evitarles todo el dolor y las decepciones que conlleva crecer y convertirse en un adulto responsable. Sin embargo, lo peor que puedes hacer es vivir y resolver sus conflictos. Es decir, lo mejor siempre será ayudarlo, y una forma es enseñarle a superar las decepción. Es muy sencillo, sólo tienes que…

Cómo enseñarle a ser realista

Tu hijo debe aprender a tener expectativas razonables en todos los aspectos de su vida. De esa forma podrá planear y decidir de manera adecuada lo que quiere y cómo conseguirlo. Sin embargo, es importante mencionar que ser realistas no significa que renuncie a todo. Simplemente que aprenda a visualizar las consecuencias de sus decisiones, las posibilidades de fracaso o de éxito.

Debe reconocer la decepción

Los niños aún no son capaces de controlar o identificar sus emociones. Por tanto, es necesario que tú ayudes a tu pequeño a identificar sus emociones. Pregúntale cómo se siente y si tiene idea de por qué. Cuando el niño haya exteriorizado sus sentimientos, podrás explicarle lo que sucede. De esa forma sabrá que se trata de un acontecimiento natural que le pasará una o dos veces en la vida. No obstante, no tiene por qué temer pues podrá superarlo. Solo necesita las herramientas. para ello.

No debe dejarse llevar por la frustación

Lo peor que tu pequeño puede aprender es dejarse llevar por la frustración. Recuerda que el siguiente escalón es una rabieta o, peor aún, un berrinche incontrolable. Si tú permites eso, cuando sea un adulto actuará de forma inmadura ante las frustraciones e inclusive podría perjudicar a los demás. Mejor dile que aprenda a expresarse con propiedad. Así mismo, muéstrale cómo reponerse del fracaso mediante el trabajo duro y la disciplina.

Predica con el  ejemplo

Los niños aprenden de forma visual, más aún cuando se trata de sus padres. Por eso, si tu hijo te ve reaccionar mal ante las decepciones o las frustraciones, él hará lo mismo. Por tanto, es preciso que actúes tranquila y asertivamente frente a él.