4 pasos para decir NO cuando es necesario, sin ofensas ni grosería

La cultura en la que vivimos nos ha inculcado ciertas conductas sobre cómo debemos comportarnos en sociedad. Hemos sido educadas para ceder en todo momento y hacer felices a los otros aunque dejemos de lado nuestros intereses. Decir NO es algo que no hacemos todas con mucha facilidad por diversas circunstancias, pero no debe ser así.

Decir NO: ¿fácil o difícil?

“No” es una palabra muy sencilla, pero implica una gran responsabilidad. Muchas personas no la decimos tan fácilmente porque nos da pena o nos da miedo hacer sentir mal a otros. Pensamos que decir “sí” nos hará mantener la fiesta en paz con esas personas importantes en nuestro entorno. Antes de decir NO o “sí” a algo, debes tener en cuenta lo que te están pidiendo que hagas y qué tan dispuesta estás a ceder. No siempre vas a poder o querer hacer algo y es válido.

1. ¿Qué tan factible es que lo hagas?

Considera lo que te están pidiendo hacer para contemplar si interfiere o no en tus actividades y en tu organización en general. En caso de que sea algo que complica tu rutina o te genera estrés, considera tu respuesta seriamente.

2. Va en contra de tus ideas

Antes de dar una respuesta piensa si interfiere con tus creencias, valores o sentimientos. Si no es algo que te convenza hacer, no hay pretexto para no decir que NO.

3. No importa la opinión de otros

A veces decimos que sí por compromiso, pero es lo peor que podemos hacer. Deja de lado lo que los demás piensen o digan de ti. Ocúpate de que las decisiones que tomes sean buenas para ti y vayan con tu forma de pensar.

4. Miedo a lastimar sentimientos

A veces te preocupa lastimar los sentimientos de la otra persona, pero eso no es pretexto para decir NO cuando así debe ser. Usa el modo sutil y te sentirás bien contigo y con el otro. No es necesario que des explicaciones.