Cuando te expones demasiado al sol o al frío, sientes tu piel diferente. Es una reacción a los cambios de temperatura. Sin embargo, no sólo eso afecta la textura y salud de tu piel. Hay otros factores que le afectan más de lo que imaginas y debes tenerlos presentes. Todos los climas tienen efectos negativos en tu piel si no tomas las debidas precauciones.
Piel reseca y con arrugas
Cuando te expones demasiado a los rayos ultravioleta, estos dañan tu piel y rompen las fibras de colágeno y elastina. En consecuencia tu epidermis se reseca y pierde firmeza. El protector solar y el humectante deben ser tus mejores amigos todo el año.
Por qué sientes tu piel seca
Tu piel se protege con ayuda de un manto ácido (capa fina y ligeramente ácida) que actúa como barrera ante las bacterias, virus y otros contaminantes. El manto es una combinación de sebo y sudor que secreta tu piel para cubrirla y protegerla. Así tu pH se mantiene balanceado. El pH mide la acidez o alcalinidad de cada sustancia y tu piel es más ácida. Cuando usas jabones alcalinos hay un desequilibrio en tu pH que hace que el manto ácido se rompa y la piel se reseque.
¡Evita esto!
- Usar agua caliente. El agua caliente causa flacidez y además reseca la piel. Lo caliente rompe la barrera lipídica y como resultado tu piel luce sin vida. Además, estar mucho tiempo expuesta al agua hace que los aceites naturales de tu piel se desprendan. La piel tiene proteínas y grasas que le ayudan a formar una barrera protectora con la que se conserva la humedad necesaria.
- Comer mal. Si no comes saludablemente y no bebes suficiente agua, tu piel sufre las consecuencias, además de tu salud. Los alimentos ricos en vitamina E ayudan a que la piel luzca mejor.
- Aire acondicionado o calefacción. El aire acondicionado y el calefactor causan resequedad en la piel. Cuando pasas demasiado tiempo expuesta a ellos, el aire seco absorbe la humedad de la piel, dañándola.