Tu salud emocional se ve reflejada en tu salud física, porque el cuerpo y la mente están conectados. Así que cuando tienes emociones difíciles de procesar, tu cuerpo buscará la manera de sacarlas para que dejen de afectarte. De ahí la relación entre quistes y emociones.
Los quistes están relacionados directamente a los problemas con la pareja. Sí, dependiendo en qué parte del cuerpo te broten los quistes, sabrás las emociones que estás restringiendo. Mira estos tres ejemplos de quistes y emociones.
Quistes sebáceos
Aparecen generalmente en la cara, el cuello y el torso. Nos hablan de un sentimiento de rencor, en específico contra tu pareja afectiva. Así que haz un recuento de los momentos que te llenaron de resentimiento, enfréntalos y déjalos ir.
Quistes en el útero
Al aparecer, en la sede de la maternidad, es señal de asuntos aún no resueltos relacionados con tu familia, el hogar y tu sexualidad. Tal vez tengas deseos reprimidos, vives con algún trauma sexual o hayas sufrido un aborto y no has sabido cómo manejar las emociones generadas, tales como culpabilidad o vergüenza.
Quistes en los senos
Tienen relación con la maternidad, es recordatorio de que debes resolver esos dilemas que invaden tu cabeza, relacionados con si quieres ser madre o no.
Evita los quistes comunicando lo que sientes. Recuerda que sólo son un advertencia de que debemos aceptarnos y perdonar. Vive tus emociones sin culpa, ninguna es mala, aunque lo parezca. Así que practica: si alguien te hizo enojar y te quedaste con mucho qué decir, toma una almohada y grita sobre ella. Si tu pareja hizo algo que no te gustó, no te quedes callada y busca la mejor manera de abordar el tema.
Acepta las cosas como vienen, recuerda no podemos controlar nada, así que vive cada emoción sin culpas. Perdónate y libérate. Te aseguramos que vivirás más feliz y sana.