Cuando se trata de salud sexual a veces somos muy soberbios. En este sentido nos sentimos seguros al utilizar anticonceptivos hormonales aunque a veces no sabemos claramente las consecuencias de hacerlo. Por ejemplo, yo me cuidé con hormonas por más de tres años y puedo decirte que no hay algo de lo que más me arrepienta. Jamás volvería a utilizarlas y creo que todas deberíamos pensarlo dos veces antes de hacerlo. Te platico un poco más por qué…
Todo comenzó con el implante subdérmico
Desde el inicio de mi vida sexual tuve muy claro que el mejor método anticonceptivo que me convenía era el de barrera. Ya fuera mediante el condón femenino o el masculino. Así mismo, sabía de la existencia de las tiras de látex especiales para dar y recibir sexo oral. Por tanto, durante los primeros años los utilicé sin falta. No obstante, en un año en particular durante la universidad nos ofrecieron una plática de orientación sexual. Durante toda la charla nos hablaron de los beneficios del implante subdérmico y yo quedé fascinada. Un mes después me lo pusieron y así comenzó todo… La verdad es que yo no me sentía mal al utilizarlo, pero con el paso del tiempo vi estos cambios.
- Mareos ocasionales sin explicación alguna.
- Subí de peso de manera considerable, por lo menos unos cinco kilos.
- Cada vez que me sentía nerviosa por algún examen, tenía un brote incontrolable de acné.
- Mi piel se volvió más grasosa de lo normal.
- Tuve amenorrea durante los tres años que porté el implante. Sin embargo, en ocasiones tenía un sangrado leve.
Algunas amigas sufrieron cambios de ánimo, cólicos e inclusive sangrados que duraban más de un mes. Sin embargo yo no presenté esos síntomas. Incluso modifiqué mi dieta e iba al gimnasio diariamente para contrarrestar los efectos de las hormonas en mi cuerpo.
Se me hizo fácil comenzar un segundo tratamiento
Cuando casi terminaba el periodo de vida de mi método, pensé en dejar de usar hormonas por un tiempo. No obstante, una de mis amigas decidió utilizar un SIU que es casi igual un DIU. El SIU es de plástico y no de cobre; además, libera levongestrel que espesa la mucosa cervical impidiendo el paso de los espermatozoides. Así mismo, inhibe la ovulación por lo que las posibilidades de embarazo son casi nulas. Por ello decidí utilizarlo durante otros cinco años. Sin embargo, debo confesar que no lo pensé dos veces antes de hacerlo y sin más me lo puse un mes después de retirarme el implante subdérmico. Los efectos secundarios no tardaron el llegar.
- Tuve cólicos durante dos meses que sólo se calmaron con analgésicos fuertes.
- También perdí el cabello de forma leve.
- Subí de peso muchísimo en poco tiempo.
- Tenía mareos leves casi diariamente.
La gota que derramó el vaso fue cuando el dispositivo me lesionó, además estaba irritable todo el tiempo. Por ello decidí mejor retirarme el dispositivo lo antes posible.
Mi cuerpo libre de hormonas pide que jamás regresen
Llevo casi un mes sin hormonas y mi cuerpo parece una montaña rusa. Eso se debe a la abstinencia que está pasando. Para contrarrestarlo, llevo una dieta sana y ejercicio regular. Además, ya no utilizo métodos hormonales, sólo de barrera de esa forma puedo cuidarme sin afectar más mi cuerpo. Por eso te recomiendo que pienses muy bien antes de decidirte por algún método anticonceptivo hormonal, sobre todo cuando va de por medio tu salud.
¿Qué anticonceptivo usas?