La primera vez que vas al ginecólogo quizás estés un poco nerviosa. No te preocupes, es normal estar inquieta. Por otra parte, debes saber que no tienes por qué preocuparte, aunque hayas notado irregularidades en tu cuerpo recuerda que para todo hay una solución. Relájate, la mejor decisión ya ha sido tomada al acercarte a un médico especialista. Esto es lo mejor que puedes hacer.
Aquí te doy algunos consejos para que vayas bien preparada a tu primera consulta.
Prepárate mentalmente
No le tengas miedo al ginecólogo, prepárate mentalmente y repítete a ti misma que no hay nada por qué temer. Lo que tu ginecólogo hará es simplemente una revisión de tu cuerpo y hábitos para comprobar que todo esté en orden. Por supuesto que al principio puede ser algo incómodo, pero te aseguro que no pasará a más ni habrá dolor. Te recomiendo que te mantengas lo más tranquila posible, el estrés puede afectar la consulta. Mantén la mente abierta y relájate, es solo una consulta médica.
Preparación física
Si te sientes más cómoda con ello, prepárate físicamente también. Depílate si así lo prefieres, Toma un baño antes de la cita. Te recomiendo no utilizar shampoos especiales o hacerte duchas vaginales extremas. Con jabón y agua basta. Utiliza ropa limpia cuando vayas a la consulta. Realmente no tienes que hacer gran cosa para acudir a la cita.
Di la verdad al ginecólogo
El médico te hará preguntas que requieren la absoluta verdad. Estas son algunas de las que te puede hacer. Si lo prefieres, prepara tus respuestas para sentirte más confiada.
- ¿A qué edad tuvo su primera menstruación?
- ¿A los cuántos años tuvo su primera relación sexual?
- ¿Cuándo tuvo su primer hijo?
- ¿Tiene una vida sexual activa?
- ¿Cómo previene un embarazo y las enfermedades de transmisión sexual?
- ¿Ha presentado anormalidades en su cuerpo (más específicamente en sus órganos genitales)? ¿De qué forma?
- ¿Qué dudas tiene respecto a su salud sexual?
- ¿Cuál es el objetivo de esta consulta?
Recuerda que ante todo debes decir la verdad. Por otra parte, tu médico no va a ir contando tus intimidades si eso es lo que te preocupa. De hecho, es un profesional no está para juzgar sino para ayudarte y tiene la obligación de mantener la información que le proporciones de manera privada.
Finalmente, si la idea de la primera vez que vas al ginecólogo sola te intimida, puedes pedir a tu mamá que te acompañe, o a una amiga o inclusive a tu novio o esposo. Recuerda que tu acompañante debe ser alguien de tu absoluta confianza. Tu zona íntima es un tema bastante importante.