No existe alguna fórmula secreta para tener una vida sana, es una decisión que debe hacerse de forma consciente. Tampoco existen remedios mágicos, es más una cuestión de dedicación y del compromiso que adquirimos con nosotras mismas. Cambiar de hábitos no es sencillo, requiere paciencia y una enorme fuerza de voluntad. No se trata de tener un mejor cuerpo, sino de cambiar nuestro estilo de vida. Tampoco de cambiar de dieta y hacer mucho ejercicio, sino de hacer un cambio de mentalidad. Lo otro es secundario. De eso te darás cuenta cuando hayas hecho mejoras no solo en tu cuerpo, también en tu salud.
Tener una vida sana es un camino individual
No esperes que las personas que están a tu alrededor cambien sus hábitos para que sea más sencillo para ti. Al contrario, habrá muchas tentaciones y tú tendrás que ser el que inspire a otros. Tómalo en cuenta, cada proceso es distinto. Hay personas que recaen, pero después vuelven a retomar el camino de la salud. Por otro lado, están quienes se acostumbran rápido y adoptan un nuevo estilo de vida. Cada persona lo lleva de manera distinta.
Mentalízate para lograrlo
Tienes que mentalizarte. Al principio será difícil, pero si desde ahora empiezas a visualizar que comes sano y haces ejercicio, te sentirás preparada. La mente lo es todo y siempre debe estar por encima de tu cuerpo. Piénsalo de este modo: si crees que no existen barreras, así será. Por el contrario, si crees que vas a fracasar, es muy probable que así suceda.
Empieza comiendo bien
La mayor parte de nuestro bienestar se basa en lo que comemos. No se trata de cantidad, sino de calidad. Añadir buenos hábitos alimenticios a tu dieta, literalmente, cambia tu vida. Dejas de sentirte cansada y empiezas a tener más energía. Te ves más joven y te sientes bien. Lo mejor es que proyectas eso. La sugerencia es empezar por reducir tu consumo de grasas, azúcares y harina. Abandona los antojitos y sustitúyelos por snacks saludables.
Acostúmbrate a la actividad física
Después de que empieces a comer sano, anímate a hacer ejercicio. Esto te ayudará a tonificar tus músculos y te hará más fuerte. El ejercicio también contribuye a que tu mente funcione de manera más eficaz. Sentirás que eres más ligera y además no habrá más estrés, ni insomnio en tu vida. De verdad, hacer ejercicio cambió mi vida para siempre.
Deja de fumar y de tomar alcohol
Aunque nunca me ha gustado fumar ni beber, es triste ver que hay atletas que lo hacen. Es fundamental dejar el tabaco y el alcohol si quieres tener una vida saludable. De nada te va a servir hacer ejercicio y comer bien, si no dejas a un lado los vicios. Así que por pura congruencia, deja estos terribles hábitos.
No te presiones demasiado
No vas a ser delgada ni atractiva en tres meses. No. Es un proceso largo y requiere paciencia. Tampoco se trata de caer en el otro extremo. Parte de llevar una vida sana es entender que la vida está llena de contrastes. Por ello, no te sientas mal si te das un antojito de vez en cuando. Puedes hacerlo los fines de semana, y los demás días retomar tus hábitos saludables. De hecho, será más fácil para ti si te recompensas los fines de semana comiendo ese delicioso pecado que te encanta. Así que no te presiones ni seas tan dura contigo misma. Los resultados tarde o temprano llegarán.
Hoy es un buen día para comenzar a tener una vida sana, ¿no crees?