El terciopelo es una tela muy delicada y por lo mismo es complicada de limpiar. Las prendas y zapatos de este material no se llevan a diario, por lo regular. Sin embargo, es importante saber cómo mantenerlas en buenas condiciones. Aquí te diremos cuál es la técnica adecuada para hacerlo.
Cómo limpiar el terciopelo
La ropa es más fácil de lavar, pues la metes en la lavadora y listo. En cambio, los zapatos no siempre pueden ser introducidos a la lavadora si lo que queremos es que estén en buenas condiciones. Para no dañarlos es mejor limpiarlos a mano. Un consejo, al adquirir la prenda es buena idea siempre leer las etiquetas con las indicaciones de cuidado.
¿Qué debes hacer?
- Coge un cepillo de cerdas suaves y cepilla con cuidado sin presionar mucho sobre el zapato. Enfócate en tratar más a detalle las zonas manchadas. Debes cepillar siempre en el sentido del tejido de terciopelo.
- Como punto intermedio: En una botella de plástico limpia con capacidad para 2 litros, mezcla 1 cucharada de detergente y 1 litro de agua tibia. Nunca agregues agua esté caliente, pues dañará el terciopelo.
- Mezcla bien para que se haga suficiente espuma y luego aplica un poco de esta en el cepillo. Solo debe ser espuma, no líquido. Frota la espuma en los zapatos y después, con ayuda de un trapo limpio, retira el resto. Deja que tus zapatos se sequen en un lugar seco.
Variantes
Cuando se manchan inmediatamente y puedes hacer algo al respecto:
- Si tus zapatos se mancharon y tienes talco a la mano, úsalo.
- Deja que actúe el talco por un día o dos. Después, límpialos con alcohol con el procedimiento siguiente.
Cuando los zapatos se manchan de grasa o comida intenta limpiándolos con alcohol.
- En un recipiente limpio, vierte agua y añade un poco de alcohol común para limpiar heridas.
- Mezcla bien y humedece una esponja suave. La esponja no debe ser abrasiva porque dañará tu calzado.
- Debes exprimir bien la esponja para que los zapatos no se mojen mucho y enfócate en tallar donde haya manchas. Enjuaga la esponja entre cada limpieza para que la suciedad no se acumule y manche tus zapatos después.
- Deja que se sequen al aire libre.