Conocer a la mamá de nuestro chico puede ser una verdadera aventura. Al menos en la cultura latina, la madre tiene un peso muy importante en la familia. Quizá tú ya hayas pasado por todo este ritual que describiré a continuación. Pero si no, este artículo te dará una idea de lo que sucede alrededor de ese momento tan especial.
Help me! Es muy pronto
Si la relación lleva tan solo unos meses, creemos que es pronto para ir a conocer a la mamá de nuestro novio. Eso de empezar a tratar con la familia del susodicho es más adecuado cuando ya se tiene bastante tiempo saliendo con la pareja.
Cualquier pretexto es bueno con tal de no ir
Si vamos en camino a verla, buscamos una excusa en todo aquello que se nos cruza en el trayecto. Ya sea un gato negro, unas gotas de lluvia o cualquier cosa que podamos imaginar.
Estrés y malestar
Los nervios pueden llegar a tal grado que lo único que queremos es no salir de casa. Nuestro cuerpo empieza a reaccionar y sentimos malestares que no existían antes de saber que iríamos a conocer a nuestra suegra.
Suele ser de forma inesperada
La primera visita que hacemos a la familia de nuestra pareja pocas veces se planea. Sobre todo cuando es una relación joven, en donde se vive la pasión desbordada por los poros. Un día estamos tranquilas con nuestro novio, yendo al cine o al parque, y de la nada nos dice que iremos a conocer a su mamá. ¡WTF! ¿Cómo reaccionamos ante eso? No estamos preparadas, empezando por nuestra vestimenta.
Qué me pongo
Lo peor que pueden hacernos es decirnos que tendremos un evento importante de último momento. Ninguna mujer desea conocer a la mamá de su amorcito en fachas. Siempre queremos dar la mejor impresión ante la señora.
