Todo ser humano necesita tener amigos en todas las etapas de su vida. Si desde niños logramos congeniar con otros, aprenderemos a ver el mundo con una perspectiva diferente. Ampliamos nuestros horizontes y confiamos en nosotras mismas. Compartimos nuestras experiencias buenas y malas con alguien más. Debido a eso, las amistades de la infancia son cruciales en la vida de cada una de nosotras.
¿Por qué debemos valorar las amistades de la infancia?
Cuando entablamos una amistad en nuestra niñez no vemos sólo diversión y juegos, también aprendemos a relacionarnos de manera positiva y recibimos beneficios en nuestra vida. Al formar una amistad, nuestra autoestima crece al darnos cuenta de lo que hemos logrado.
La amistad hasta los 6 años
Cuando comienzan a socializar con sus pares, los niños pequeños no entablan amistades verdaderas. Disfrutan pasar tiempo con otros chiquitos, pero es alrededor de los cinco años que pueden formar una amistad. Esa amistad se basará en el reconocimiento mutuo, la confianza, el dar y recibir. Para ayudar a que tus hijos de esa edad se relacionen con otros pequeños es necesario que no emitas calificativos como “tímido”.
Amistad hasta los 10 años
Los niños comienzan a darle otro valor a la amistad, por lo que ahora los amigos son sumamente importantes para ellos. Puede que existan peleas entre ellos; sin embargo, también empiezan a comprender el valor de la confianza. Es importante que durante esta etapa los papás escuchemos todo lo que los niños quieran decirnos. Debemos ayudarlos a reconocer cada sentimiento, a saber lo que puede desencadenar cada uno y a solucionar conflictos de manera pacífica.
Amistad en la etapa de adolescencia
Durante esta etapa los chicos sufren muuchos cambios en todos los aspectos de su vida. La amistad juega un papel muy importante, pues serán los amigos con quienes pasen más tiempo. El hecho de que esto suceda no significa que deban alejarse, al contrario. En esta etapa es importante que los padres se mantengan cerca para saber con qué clase de personas se relacionan sus hijos. Evita las críticas negativas para mantener una buena comunicación.
Las amistades de la infancia son muy importantes para la buena autoestima de nuestros hijos. No debemos limitarlos sino, por el contrario, darles las bases necesarias para que salgan adelante.
