Elegí ser madre a los 40 años y lo que se veía como una locura resultó una dulce aventura en realidad. Es cierto que biológicamente es mejor tener a tu bebé cuando eres joven. Sin embargo, ¿qué pasa después de haber tenido a tu bebé a una edad madura?
El apoyo es super diferente
Ser madre a los 40 no es tan malo. Cuanto más grande eres, más personas has conocido y has tenido muchas más relaciones. Los amigos que tienes a los 30 o 40 son los que te van a apoyar el resto de la vida. Además del apoyo incondicional de una pareja estable, por supuesto, cuentas con el apoyo de tus padres, que ahora deben estar jubilados y con un montón de tiempo libre. Siendo sinceras, el cuidado para niños es caro y tener a la mano a tus padres para cuidar a tus hijos puede ser un gran apoyo.
Ya has vivido de todo sin arrepentimientos
Algo que disfruté inmensamente de mi maternidad fue que lo hice con calma. No sentí que mi vida fuese a terminar por la gran responsabilidad de tener un hijo. A los 40 ya había viajado suficiente, tuve varios empleos, algunos buenos y malos amantes. Hice todo lo que quise antes de tener a un pequeño ser humano cuyas necesidades deben ir antes que las mías. Esperar a ser mayor me dio tiempo para vivir mi vida a plenitud. Mi marido, por otro lado, también sentía que ya había pasado suficientes domingos inhabilitado por las crudas del fin de semana. Disfruté de un tiempo en pareja, viajamos ¡y vaya que nos disfrutamos!
Sin sufrir por los pañales
Sinceramente, tener un bebé es bastante caro, así que a los 30 o 40 puede que ya tengas una mejor posición financiera. Cuanto más grande eres, tienes más noción de cómo resolver las crisis financieras, así cómo no preocuparte de ir a la quiebra por estar embarazada. A mi edad, pude darme el lujo de tomar mi licencia por maternidad mucho más prolongada. Además de pagar gastos que te dan comodidad, como una buena niñera, servicio de limpieza, doctores especialistas, etc.
Viviste los errores de tus amigos
A mis 40, la mayoría de mis amigos ya habían tenido hijos. Así que aprendí de todos los errores que vi a lo largo de los años. En segundo lugar, pude ver cómo fue la crianza de sus hijos y y lo que implica, por lo que tuve una mejor idea de qué esperar, qué no hacer y el tipo de mamá en que quería convertirme.
Me emocionó encontrar en internet buena motivación
Encontré algunos estudios que sugieren que los niños de madres más “viejas” son más saludables, tienen menos accidentes y una formación emocional más avanzada que los demás niños. Personalmente, me daba miedo la cuestión de la paciencia con los hijos. Sin embargo, una amiga psicóloga me lo quitó de la cabeza, ya que con los años aprendí a ser más estable emocionalmente. Me di cuenta que estoy en una situación completamente diferente a la que estaba mi madre a sus 30 cuando me tuvo. Los temores que tenía se desvanecieron, pues en el momento en que quedé embarazada tenía una gran autoestima, me sentía plena y completa en muchos aspectos.
Así que si estás buscando un embarazo y pasas de los 30, adelante. Creo que no hay edad para ser madre, digan lo que digan los estudios. Cada mujer es diferente y aunque es cierto que el cansancio físico se puede sentir, siempre que te encuentres sana te aseguro que tendrás un buen embarazo. Ser madre a los 40 es la mejor decisión que he tomado en mi vida.