Señales de que su amistad durará para siempre

A lo largo de tu vida tendrás muchos tipos de amigas, Por ejemplo, las que recordarás por siempre pero no vuelves a ver, las que solo son para la fiesta y las mejores: las que duran por siempre. Estoy segura de que al leer esto, de inmediato pensaste en quién es quién. Aún así, si te queda un poco de duda sobre la que es para siempre, aquí te digo cuáles son las señales de que su amistad durará para siempre.

Pueden estar juntas durante días enteros sin aburrirse

Pueden hablar durante horas de cualquier tema, no importa si es algo serio o tonterías. El punto es que no se cansan de escucharse. O mejor aún, pueden estar en silencio juntas y no es nada incómodo ni aburrido, pues disfrutan de la compañía de la otra. Ya sea de viaje o en una tarde de películas.

Eres tú misma cuando estás con ella

No hay nada que indique que una amistad es real como el hecho de sentirte cómoda siendo tú misma. Sabes que no te va a juzgar y que se quieren con todo y sus defectos. Ella es con quien más cómoda te sientes, libre. Y son tan libres estando una con la otra que no les importa qué opinen los demás.

Si algo no está bien, se lo dices y ya

La diferencia más grande entre una amistad que es para siempre y otra que es momentánea, es la confianza y honestidad que se tienen. Cuando una amiga es para siempre, no dudan en decirse absolutamente todo tal y como es. Esto incluye si la está regando en algo o algo está mal. Son como hermanas, pero por elección y eso incluye decirse las cosas feas también.

Su familia es tu familia

Cuando vas a su casa, eres una hija más. Ella puede salir con tu familia y tú con la suya con toda la confianza del mundo. De hecho, sus papás te quieren y te regañan como a una hija más. Algo pasa, pero los papás siempre saben detectar las amistades verdaderas de sus hijos, así que te reciben con los brazos abiertos.

Te sientes verdaderamente feliz de sus logros

Cuando algo bueno le pasa tu eres la primera en sentirse como mamá pavorreal: orgullosa y con ganas de presumirlo al mundo entero. No hay envidias y su felicidad es la tuya. Aunque suene muy cursi, esa es la realidad. La alegría por ella es genuina y siempre le aplaudirás sus logros.