Cuando tu novio decide llevarte a casa de tus suegros, seguro entras en pánico. Y más si es la primera vez. Claro, quieres dar la mejor impresión, pero al mismo tiempo tu mente parece bloquearse por pensar en lo que sucederá. Tranquila, a continuación te presentamos la guía de supervivencia para el primer encuentro con tus suegros.
No vestirte provocativa ni fachosa
Para que des una buena impresión, lo primero que debes tener presente es cómo irás vestida a la casa de tus suegros. La ropa que elijas debe crear un look que vaya con tu estilo, pero que no te haga ver provocativa, vulgar o fachosa. Está bien si te gusta usar escotes pronunciados, pero no son la mejor opción para la primera impresión.
Llevar un postre o bebida
Como muestra de agradecimiento de que te están recibiendo en su casa, puedes llevar algún postre o bebida. Así ellos entenderán que tus intenciones con su hijo son buenas. Si no tienes idea de qué llevar, averigua con tu novio qué es lo que les gusta.
Ayudar a la suegra
En cuanto llegues a casa de tus suegros muéstrate amable, pero tampoco exageres. Si aún no preparan la mesa para comer, ofrécete para ayudar a colocar los cubiertos y lo que sea necesario. También puedes ayudar a pasar los platos a la mesa. Incluso después de comer, puedes recoger la mesa como muestra de agradecimiento por la comida.
Halagar la comida
Sin sonar falsa, haz algún comentario positivo acerca de la comida. Procura que sea genuino y sincero, de lo contrario se nota que solo lo dices por compromiso y crearás una imagen negativa.
Comer correctamente y despacio
Es mejor que vayas al ritmo de tus suegros. Evita terminar de comer antes que ellos, pero también procura no acabar después. En pocas palabras, termina a su tiempo.
Cero groserías
Si eres mal hablada, lo mejor será que evites decir majaderías frente a tus suegros. Mucho menos durante la comida, pues puede ser realmente desagradable. No se trata de que finjas ser quien no eres, pero el respeto siempre debe ir ante todo, no lo olvides.
Sonreír
Procura sonreír, eso deja una mejor impresión que estar con cara de pocos amigos.