Mañana, o quizá pasado mañana o el mes entrante, el enamoramiento que siento por ti ceda por fin y se muera. Probablemente mañana o uno de esos días cuando se sienta mucho frío y te encuentres solo en la cama te acordarás de mí. Entonces, quizá comiences a abrir los ojos y me compares con tus otros amores, así sabrás que valía la pena. En el momento en que te des cuenta de que valía la pena el esfuerzo, yo ya no regresaré a ti.
De hoy en adelante
Cuando salgas en una primera cita, sé que la chica con la que estés deberá ser más guapa e inteligente que yo, pues solo así podrías quedarte con ella. Aunque en este momento no seas consciente, sé que me impregné en tu vida y en tu corazón. Seré la mujer con la que de hoy en adelante compares a todas. Mañana, o en unos días, cuando le cuentes tus problemas a esa chica, espero que cuente con el conocimiento para llevarte adelante, como yo pretendí hacerlo. Espero que ella tenga una meta similar a la tuya y hable tu lenguaje tan bien como yo, pues de lo contrario la dejarás ir como a tantas otras.
En algún momento vas a comparar
Te acordarás de aspectos tan triviales como la forma en la que te besaba, te tocaba o la forma en la que dormías conmigo. Las conquistas de mañana deberán seguirte el paso, comenzar a amar esos silencios que yo comprendía y todas las rarezas que has acumulado con los años. Ellas deberán besarte mejor que yo, entenderte mejor que yo y amarte de una forma más intensa de la que yo lo hice, pues de lo contrario comenzarás a sentir un huequito. Ese que dejé del lado derecho de tu cama, al lado de la botella de cerveza y en el silencio en tu habitación. Ellas deberán tener tacones más altos que los míos, consejos más sabios y una mentalidad mucho más abierta que la mía, pues de lo contrario no llenarán mis zapatos. Y entonces solo te harán recordarme.
No, no soy ni seré el amor de tu vida
Tampoco seré una mujer fácil de olvidar, pues lo que te di tampoco es fácil de encontrar. No soy ni nunca seré una mujer fácil, pero bien valgo la pena. Espero de verdad que un día encuentres a una mujer extraordinaria, de esas que, como yo, las que no salimos con cualquiera. A partir de hoy, quiero que me compares con todas tus aventuras de una noche, para que abraces el calor que dejé a mi paso. En cualquier momento sé que valorarás lo que dejaste ir sin ser consciente y tendrás el valor de buscar a una mujer de mi altura.
Mañana, o en unos meses, sabrás que valía la pena. Para ese entonces, quizá la mujer que conociste ya no exista. Así que si me tienes el día de hoy, es momento de que me valores. Antes de que solo puedas compararme con el recuerdo que dejaré en tu vida.