Te gusta corregir todo lo que a tus ojos ves mal. No puedes aceptar que las demás personas tengan formas diferentes de hacer las cosas porque tú tienes la forma más efectiva de hacerlas. Si es asÃ, quizá sufres de “controlitis”.
¿Que es la “controlitis”?
Personas perfeccionistas, manipuladoras, cerradas, hay muchas formas de descubrir a una persona con “controlitis”. Si tienes esa necesidad de controlar todo, lo más probable es que te encuentres diariamente con personas que “no hacen las cosas bien”. O al menos eso es lo que tú crees. Las personas controladoras nunca están conformes con el trabajo de las demás personas. Exigen un orden que les parece sumamente normal, pues es la forma en la que ellas funcionan. Son inaccesibles al hacer trabajos en equipo pues aseguran que habrÃa un mejor resultado si las dejarán realizar las actividades tal cual ellas saben hacerlas. Es un esfuerzo constante de querer controlar su entorno incluso a las personas.
Es el constante impulso de querer manipular y corregir todo sentido de la vida diaria.
¿Por qué pasa esto?
Si te identificaste con esto, no te preocupes, es una condición bastante común. Esta es la forma que has encontrado para sentirte más segura. Evidentemente si logras que todo fluya a tu favor te vas a sentir más segura contigo misma. Este es un problema que viene desde la infancia, que comenzó como simple inseguridad. En algún punto de tu vida la incertidumbre ante tu futuro creó en ti un sistema de autodefensa. La forma en la que tu cerebro formó un escudo contra la incertidumbre fue impulsarte a buscar la manera de anteponerte a cualquier tipo de situación. El control se aplica para que las personas en el exterior sean incapaces de lastimarte. Este patrón puede haberse dado porque en la infancia la situación en tu casa se salÃa de control. En este punto de desequilibrio llegaste a contraer “controlitis” para evitar aquello que tanto te lastimó en el pasado.
Aún no estás segura de que lo tienes
Estas son algunas recursos que usan las personas que sufren de “controlitis” para manipuar la situación:
- Te haces la vÃctima para que las demás personas hagan lo que te conviene.
- Haces berrinche para que las cosas salgan como tú quieres (esto pasa muy comúnmente dentro de las relaciones amorosas).
- Manipulas a las demás personas con argumentos que solo te favorecen a ti.
- Evitas las situaciones que percibes peligrosas o desagradables.
- Impones tus creencias o pensamientos ante los demás, porque de esta forma te sientes más segura de controlar lo que seguirá.
- Razonas todo. Lo analizas al 100%Â para dar el siguiente paso.
- Siempre te preocupas de más, piensas que al preocuparte realmente estás haciendo algo al respecto para que eso que quieres evitar no suceda
Vale, sà lo tengo y ¿ahora qué?
Para empezar no tiene nada de malo aceptar que sufres de controlitis. Es momento de poner manos a la obra. El tratamiento consiste en cambiar la forma en la que dejas que las cosas sucedan. Visualiza tu vida de forma diferente, cede ante el flujo natural de la vida y permite que las situaciones te lleven a donde decida el destino.
Estos son algunos consejos que puedes aplicar para mejorar tu situación:
- Descubre lo que sà  y lo que no puedes controlar. Reconoce lo que está en tus manos y fuera de ellas.
- Aprende a soltar, confiar, fluir y dejar ir lo que no puedes controlar.
- Abrete a descubrir la infinidad de cosas mucho más maravillosas que te rodean.
- Activa dentro de ti la aceptación. La realidad es que no puedes controlar tu entorno de ninguna forma al 100%. No tengas miedo, las cosas van a seguir su curso natural. Acepta que no puedes hacer nada al respecto.
- No dejes que te domine el miedo, deja ir esos pensamientos negativos de tu mente.
- Medita, dale un espacio de calma a tu mente que te permita encontrar la paz interior que tanto necesitas.
- Suelta esos sentimientos que no te dejan avanzar.
Trabaja en ti misma y acude a un especialista si no lo estás logrando sola. Lo mejor que puedes hacer para estar bien es dejar la “controlitis” atrás. Es demasiado estrés para una sola persona.