No vas a dejarme mentir… Estoy segura de que en algún momento tu novio, amigo o hasta tu papá, ha sido víctima de estas pequeñas mentiras blancas que las chicas decimos con tanta indiferencia. A veces solo queremos llevar la fiesta en paz y soltamos estas mentirillas, ¿a poco no? Estos son algunos ejemplos…
“Tienes mucha razón”
La forma más sencilla de darle la vuelta a algo con lo que no estamos de acuerdo es darle la razón al otro. En realidad sabemos que ellos no tienes la razón en ocasiones, pero les decimos que sí. Claro que en algo tenemos que ceder, puesto que los hombres suelen ser un poco insistentes.
“Estoy bien” o “no tengo nada”
Si una mujer le dice a un hombre que no tiene nada, por supuesto que tiene algo pero no quiere decirlo. Esta pequeña mentira blanca puede llegar a convertirse en una pelea titánica en la que el hombre insistirá para saber la verdad. ¿En realidad vale la pena la mentira blanca? Quizá es mejor que le digas lo que te hace enojar a tu pareja para que así las cosas se resuelvan.
“Yo nunca había hecho esto”
¡Ay, ajá! Cuando una mujer dice esto, es porque probablemente lo hace mucho más a menudo de lo que debería. O bien, le da vergüenza admitir que se le pasa la mano de vez en cuando. Pero, ¿quién es perfecto en este mundo? Las mujeres usan esta frase cuando sienten que podrían ser juzgadas por algo.
“Ya bajo, en cinco minutos estoy lista”
Y claro, apenas estás eligiendo el vestido que vas a usar y quizá no tengas anda que ponerte y por eso tardas tanto. Cuando le decimos esto a un hombre, ya sabe que va a tener que esperar sentado. En ese casi, lo mejor que podrías hacer es dejarle una cerveza a tu hombre para que, 45 minutos después cuando bajes arreglada, por lo menos esté relajado.
“No me voy a enojar”
Cuando una mujer le dice esto a un hombre es como una notificación de que, en realidad, se va a poner verde si el hombre hace lo que le dijo. Los chicos suelen pedir permiso a sus parejas para salir al bar con los amigos, ver a la mejor amiga o quedarse con mamá a comer. Claro que muchas chicas en su afán de no ser controladoras aplican esta mentira blanca.
“Tenía descuento”
Por supuesto que no tenía descuento. A veces preferimos la típica: “lo necesitaba”. Las mujeres utilizamos mucho esta frase para cubrir las compras sin sentido o de pequeños gustitos. Creo que al final el gusto no está mal si puedes pagarlo y te va a servir.
“Ya lo superé”
Claro que tu celular y la laptop en la que “stalkeas” a tu ex cada cinco o seis horas opinaría completamente lo contrario, si pudiera. Con mucha frecuencia, las mujeres soltamos esta mentira no solo a los hombre, sino al mundo en general.
Entrar en la mente de una mujer es como entrar en un laberinto donde varios pasillos te llevarán a callejones sin salida.