Mi yo interno está en depresión

No voy a negar que desde hace un tiempo, he tenido una época muy complicada. En algún momento pensé que las cosas mejorarían, pero fue todo lo contrario. Mi yo interno se ha sentido triste y hay momentos en los que ya no sabe qué hacer. He dejado de sentirme capaz de hacer todas esas cosas que amaba. Hay momentos en los que incluso me he olvidado de cuidar de mí misma. Entre la depresión y la ansiedad ya no sabía lo que estaba haciendo.

Tengo miedo

Al permanecer tanto tiempo en casa, me acostumbré a eso. Cuando tuve que empezar a salir por una u otra cosa, sólo sentía miedo. Un fuerte dolor oprimía mi pecho, lloraba, mi mente hacía las peores escenas y sentía que todo iba a empeorar. Lo peor era que no sólo me estaba arrastrando a mí. Mis hijos eran lo único que me mantenía de pie, pero había días en los que eso tampoco era suficiente. Había momentos en los que me sentía mal, porque sabía que había gente pasándola peor que yo, pero mi depresión me estaba consumiendo.

Rutina desgastante

Debo confesar que hay días en los que quisiera desaparecer, voy y me encierro al baño a llorar o simplemente a tomar un breve respiro para continuar. Otros momentos, no quiero ni levantarme, pero tengo que hacerlo porque de lo contrario me siento una mala madre. De verdad, todos los días me esfuerzo por levantarme y tener una mejor actitud, pero a veces los sentimientos y pensamientos negativos me destrozan. Así que si tú estás leyendo esto y sientes que estás pasando por lo mismo, déjame decirte que no estás sola. Platica con una amiga, sal a que te dé un poco de sol, ve esa serie que tanto te gusta o tómate esa bebida que tanto se te antoja. Lo más importante es que te des mimos sin importar que tan mala sea la situación.