Desde hace un tiempo se puso de moda trabajar en nuestra autoestima para ser mejores personas. Digo que se puso de moda, porque antes era algo que se dejaba pasar de lado. Sin embargo, elevar tu amor propio es una prioridad, pues al hacerlo logras tener más seguridad, tienes confianza en ti y eso se refleja a miles de kilómetros. Trabajar en él es lo mejor que puedes hacer por tu propio bien.
Escucha tus pensamientos
¿Te juzgas demasiado? Es como dice una frase muy popular: “No hay peor enemigo que uno mismo”, y vaya que tiene razón. A veces pensamos que hacemos mal nuestro trabajo, que las cosas no nos salen nada bien o que a nadie le gusta como somos. Sin embargo, la realidad es todo lo contrario. Eres tú misma la que se encierra en esta burbuja de negación. Cambia todos esos pensamientos negativos por algo constructivo, algo que de verdad te ayude a ser mejor.
Perdónate a ti antes que a los demás
Si te equivocaste no te culpes, porque no sirve de nada. Dime, ¿cuántas veces sentir culpa te ha servido en el pasado? ¡Nunca! Mira, todas cometemos errores, pero al fin y al cabo estos pasarán al olvido en unos años. Reconoce tu error, perdónate y piensa en las soluciones.
La empatía es clave
No te critiques demasiado, se más amable contigo. Piensa un poco cómo sería verte a través de los ojos de tu mejor amiga. Definitivamente no serías un “asco” como tú te describes. Para aumentar el amor propio debemos ser empáticas con nosotras mismas. Tendemos a hacerlo con los demás, ¿pero cuándo vas a empezar por ti?
Eres única
Compararse con otras personas nunca es bueno, jamás lo ha sido. Todas tenemos algo que nos hace únicas. ¿Qué es lo que te hace única a ti? ¿Tu carisma?, ¿la forma en que te llevas con las personas? Ámate a ti misma.