Cuando logras ser inteligente emocionalmente logras tomar las mejores decisiones en tu vida. Tener gran intelecto es una cuestión muy distinta a cómo te desenvuelvas en el plano emocional. Sin embargo, ambos aspectos son muy importantes para tener equilibrio en todo.
Ser inteligente emocionalmente tiene su chiste
Cuando logras manejar tus sentimientos y no dejas que te afecte lo que los demás hacen a tu alrededor, estás siendo inteligente con tus emociones. Debes percibir tus emociones, asimilarlas y comprenderlas además de regularlas para tener éxito.
Travis Bradberry, autor del libro Inteligencia emocional 2.0 dice: “Nos centramos en lo próximo que vamos a decir y en lo que dicen de nosotros, y no nos fijamos en los demás. Esto se hace un problema porque todos somos complejos. No podemos esperar comprender a otro hasta que no centremos nuestra atención en él”.
Al ser inteligente no dirás lo siguiente
- “Pareces cansado”. Opta por decir: “¿Estás bien?”, en vez de dar por hecho que alguien está cansado. De esta manera das la oportunidad al otro de expresar sus pensamientos reales. Además, con esa pregunta se percibe preocupación en vez de agresividad.
- “Has adelgazado demasiado”. Prueba a decir: “Te ves genial”, así la persona no siente que estés comparando su físico actual con el anterior. Sólo lo tomará como un halago.
- “Eras demasiado para él”. Cuando tienes una amiga que está pasando por una ruptura, lo mejor es decir: “Él se lo pierde”. Así proporcionas apoyo y optimismo en vez de crítica.
- “Te ves bien para la edad que tienes”. Tal vez sea un gran halago, pero no es lo más conveniente de decir. Prueba mejor con: “Te ves sensacional”.
Demuestra que eres inteligente emocionalmente evitando estas frases. De esta manera lograrás ser exitosa en la vida y en las relaciones que mantengas.
