Ser hermana mayor es lo mejor porque tiene muchas ventajas: los papás experimentan con ella, lo cual hace que ella tenga las cosas más cool. Después los padres toman decisiones distintas con los hermanos siguientes. Así que la hermana mayor goza del privilegio de tenerlo casi todo. Ya después los papás se dan cuenta de qué cosas no deben tener los hijos y por eso ya no se las dan a los menores. Eso entre otras experiencias… Así que si eres la mayor, seguramente te han pasado estas situaciones.
Lo mejor del mundo
- Por ejemplo, tuviste la atención de tus padres para ti solita por algún tiempo.
- Los primeros hijos siempre son los favoritos de los abuelos (la mayoría de las veces).
- Tus papás te compraron esa mochila que tanto te gustaba. Después vieron que no servía y se hacía fea en un mes y ya no se la compraron a tu hermana menor.
- Puedes estar a cargo de tus hermanos menores. A veces esto era enfadoso pues querías hacer tus cosas, pero antes era divertido porque les dabas órdenes.
- Ser hermana mayor te hizo más responsable en tu propia vida.
- Si hacías una travesura y no te había salido bien, culpabas a tus hermanitos. Después te arrepentías y confesabas la verdad.
- Tus hermanos siguen recurriendo a ti como primera instancia antes que a tus papás o a cualquier otra persona. ¡Qué bonito!
- Alguna de tus hermanas te copia todo tu estilo y tus gustos. Realmente quiere ser como tú.
- Todos los amigos de tu mamá y todos los familiares se acuerdan de ti porque fuiste la primera. De los demás ni quién se acuerde hasta que ya pasaron 20 años.
Si no eres hermana mayor, sabes que tenerla también es maravilloso. Gracias a ellas somos lo que somos las hermanas sándwich y las últimas también. ¡Las amamos!