Hablemos claro: estás acostumbrada a que te amen poquito y por eso te enamoras de patanes

Lamento decirlo, pero esto de andar con patanes te sucede porque permites que te amen poquito. Como mujer, sé que eres afecta a dejarte llevar por las emociones, sigues creyendo que el indicado va a cruzar esa puerta porque así está destinado. Te voy a decir algo: si permites que te amen poquito, vas a seguir atrayendo patanes a tu vida.

Porque amas demasiado

Si amas demasiado seguramente es porque solo has conocido a personas que te han amado muy poco o nada. Es normal que al estar en una relación te vuelvas aprensiva. Sinceramente muy pocas chicas aprendemos a amar con las primeras relaciones. Sentirte perdida es normal. No entiendes por qué tu pareja se molesta tanto con tus insistentes mensajes. Porque claro, él debería contestarte todo el tiempo, eso es amor ¿o no? Puedes pasar horas pegada al teléfono mortificándote por un solo mensaje. Lloras constantemente porque no entiendes la razón de tu situación, pues cuando empezó tu relación parecía un sueño. ¿Será que ningún hombre es capaz de amarte o entregarse a ti como lo haces tú?

Qué hacer cuando te sientes perdida

Si te sientes identificada con este patrón. Es momento de que asumas tu realidad. Es posible que no te agrade, pero la verdad es que el amor nunca será aprensivo. Pasar por malas experiencias amorosas siempre te deja un mal sabor de boca. Y también un hueco que buscas llenar con un amor que simplemente no existe o dista de ser el que a ti te gustaría. La forma en la que tú crees que se debería amar, desenfrenada y de entrega total, no es realista. Tú amas demasiado al grado de llegar a estrangular tus relaciones, debes de entender que en una relación también existe el espacio personal, los hábitos personales, amigos, familia, etc… Para tener una relación sana, ambas personas deben tener una vida propia. Esto no significa que te dejen de lado, simplemente es algo natural en toda relación.

Rompiendo patrones

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La euforia del principio de una relación se va perdiendo con el tiempo. Es obvio que las primeras semanas ambas personas están locas de amor. Puedes pasar horas y horas platicando con esta persona. Y aunque esa etapa de enamoramiento es increíble, no es posible vivir en ese estado. ¿Te imaginas? Nadie tendría tiempo para trabajar, hacer ejercicio, ver a su familia ni de ver a las amigas para el café. Es normal que esta etapa acabe y se convierta en un amor más maduro, de esos que aman de verdad. Un amor sin presiones, dedicado y que no esclaviza, solo ama. Rompe tus patrones, lucha contra ti misma, la soledad es buena para el alma.

Ámate antes de pedir amor

No te des por vencida, trabajar en tu autoestima no es algo que se cumpla de un día a otro. Todos los días tenemos la responsabilidad de redescubrirnos. Consejo de vida: antes de seguir buscando el amor en un hombre o mujer, búscalo dentro de ti. Eres lo suficientemente fuerte como para continuar sola con tu vida. Estar sola no significa que vayas a ser infeliz. Al contrario, la felicidad se tiene que encontrar dentro de ti.

Hazlo por ti, porque puedes y quieres ser mejor cada día. Verás que si dejas de preocuparte por encontrar al indicado, vas a tener una vida más feliz.