Insufrible es la mejor palabra para describir ese suplicio que viven incontables mujeres al salir en varias citas fallidas. Y luego, sin saber siquiera porqué el chico no volvió a buscarlas nunca. Quizás este sea el error más frecuente que todas las mujeres hemos cometido alguna vez en nuestra vida.
Bienvenidas las quejas
Entre mujeres esta es una situación super frecuente, pues todas le hablamos a nuestras mejores amigas cuando tenemos un problema que no podemos solucionar. La complicidad entre mujeres suele trabajar con la dinámica: “yo me quejo primero y tu después”. Finalmente, lo único que necesitamos es a alguien a quien contarle nuestros problemas. A veces, el consejo final no es tan importante cómo tener a alguien que nos escuche. Por otra parte, pasar una cita con un chico que apenas conoces sacando tu lista de quejas no es nada recomendable. Finalmente, las quejas no son una conversación muy amena, cuando apenas estás conociendo a alguien.
Sale tan natural
Lamentablemente esto es tan natural en las mujeres, que termina siendo un gran issue a la hora de tener una cita. Estamos super programadas para recopilar durante nuestras conversaciones todas esas cosas que no salieron tan bien como deberían. Después de todo, apagar los problemas de la mente de una mujer es complicadísimo. Pasamos mucho de nuestro tiempo recopilando información para corregir. Por otra parte, debe existir un punto medio en el que no agobiemos a la persona delante de nosotras con todas las quejas del día. Vuélvete consciente de la conversación que estás teniendo. Deja que tu opinión salga relucir, varía la conversación para que conozcas un poco más a tu cita. Dale aire, el hombre que esta frente a ti no es buzón de quejas.
Esto no significa que no puedas quejarte nunca
Ahora el escenario cambia. Si bien a los hombres no les encanta escuchar quejas todo el tiempo, es bueno que le hagas saber que quejarte con él es importante para ti. Al final es parte esencial de tu vida y de esta forma puede ser él quien te ayude solo escuchando. Si bien las quejas pueden ser de utilidad en una relación, ya sea para escuchar a tu pareja o para mejorar su relación, hay que hacerlas con el amor y la paciencia que requiere. Cuando deseas mejorar algo en tu relación, cambia la crítica a una forma emocionalmente racional de pedir un cambio. Ejemplo:
- Me gustaría que…
- Me sentiría más amada si…
- Te amo porque…
- Me ayuda muchísimo que tú…
