La experiencia de convertirte en mamá será quizá la más intensa e importante, pues da la casualidad de que es algo para siempre. Debido a ello, es importante formar un vínculo inquebrantable para que la relación madre-hijo sea estupenda.
Cada etapa tiene un valor específico
Antes de convertirte en mamá escuchas que la etapa más difícil de todo hijo es la adolescencia. Sin embargo, cada etapa tiene sus complicaciones específicas. La cuestión es que conforme pasa el tiempo, la intensidad del momento actual nos hace pensar que lo pasado fue más sencillo.
El hecho de que los hijos sean pequeños no implica que todo vaya a ser color de rosa. Al momento de la llegada de un hijo, todo el universo que giraba en torno a la pareja cambia de manera radical. Ahora ya no son sólo dos personas. Tendrán que compartir su tiempo con alguien que necesitará de manera obligada su atención. Necesitan entrar de lleno en el mundo de la maternidad: hábitos, horarios, alimentación, berrinches. Lo más curioso es que cuando te estás adaptando a la etapa, ya es demasiado tarde, porque ya está iniciando una nueva.
¿Por qué es tan importante el vínculo en los primeros años?
En los primeros años se crea un vínculo entre padres e hijos. Para los niños es importante porque de este dependerá en mucho su desarrollo para toda la vida. Finalmente, es justo en esta etapa cuando se da el desarrollo psicomotor y el desarrollo emocional se cimenta en la relación con los padres. Un niño pequeño necesita a alguien que lo proteja, lo cuide y respete. Sobre todo necesita amor, atención a sus demandas y alguien que sin dudarlo dé la vida por él. Si el niño recibe todo eso, adquirirá la seguridad y confianza necesaria para la vida. Bien dicen que los pequeños momentos son los más importantes y significativos en la vida de todo ser humano.
El trabajo muchas veces puede ser un factor que altere el tiempo que pasen juntos. Sin embargo, justo en los momentos que puedan estar, enfócate en dar calidad. Disfruta el tiempo que pasas con tu pequeño. Los años pasan más rápido de lo que imaginas.
