Se ha hablado bastante tiempo acerca de los efectos que tiene el porno sobre las relaciones. A pesar de que muchos creen que es una actividad inofensiva, algunos otros aseguran que este hábito incrementa la posibilidad de divorcio.
¿Por qué les gusta el porno?
Un estudio realizado por la Universidad de Oklahoma demostró que las personas que empezaron a ver pornografía mientras estaban casadas, tienen más probabilidad de divorciarse que aquellas que lo evitaron tras la boda.
Para este estudio se analizaron los datos de una encuesta social general, la cual incluye a miles de estadounidenses. Hombres y mujeres fueron entrevistados en tres ocasiones cada dos años. Se les preguntó acerca de su afinidad a la pornografía y su estado civil. De hecho, la mayoría tenía el hábito de ver porno frecuentemente. Estas personas tenían el doble de riego de enfrentar un divorcio. Curiosamente, las mujeres que admitieron ver porno con frecuencia, triplicaron sus posibilidades de divorciarse. En pocas palabras: 6% de los hombre y 18 % en mujeres tienen este tipo de problema al empezar a ver pornografía estando casados. Curiosamente este rango se reducía 6% al dejar el hábito.
¿Cuál factor hay que tener en cuenta?
La edad es el principal factor a tomar en cuenta. Cuanto más joven es la pareja que recurre a la pornografía mayor es la posibilidad de divorcio. El verdadero problema reside en que estas personas prefieren ver porno a tener relaciones reales con su pareja. Es curioso: al parecer, si la persona es religiosa, el hábito de ver porno no impacta de la misma forma. (¿Gracias al cielo?).
El plazo para considerar el divorcio después de tener este hábito secreto es de dos años. Por muchas mujeres y algunos hombres es considerado traición. Aun más cuando se sorprendía al implicado infraganti. Por supuesto que este no cuenta cuando se hace en pareja. De hecho, esta puede ser una buena práctica para aumentar la pasión.