La fuerza de voluntad es todo en esta vida. Es la que nos da fuerza para salir a hacer ejercicio cada mañana o para apegarnos a una dieta saludable. Cuando la tienes también se ve reflejado en tus logros y proyectos, pero ¿la tienes? Responda las siguientes preguntas y ve tus resultados…
1. Cuando tienes un antojo, tú…
- Lo ignoras y luchas contra la idea de cumplirlo.
- Te dices a ti misma, “si resuelvo tal situación, me daré de premio mi antojo”.
- Comienzas a buscar excusas para cumplirlo.
- Sin pensarlo, lo cumples.
2. Cuando te ofrecen una caja llena de galletas tú…
- Entras en autonegación y te repites “yo soy más fuerte que el antojo”.
- Piensas en lo bien que te verás en la playa si no sucumbes al ofrecimiento.
- Te comes una, pero solo una.
- Tomas todas las que puedes.
3. Cada mañana, tú…
- Sales a correr sin importar nada.
- Comes algo saludable y con un poco de tiempo haces algo de ejercicio.
- Ves con pena tu ropa deportiva y acabas desayunando waffles.
- “¿En la mañana? ¡Nunca estoy despierta a esas horas!”.
4. Cuando deseas tener un nuevo hábito, tú…
- Te programas mentalmente para comenzar.
- Buscas un detonante que permita crear un comportamiento y una recompensa que le siga.
- Escribes una nota que diga: “No olvidar…”, y la pegas en un sitio visible.
- Ni siquiera piensas en establecer una nueva rutina, pues requiere demasiado esfuerzo.
5. Si te preocupas por beber demasiado…
- No vuelves a tomar una gota de alcohol en tu vida.
- Intentas encontrar las causas por las cuales ha aumentado su consumo.
- Cambias los cocteles por una copa de vino o una cerveza.
- Ese pensamiento es pasajero y sigues bebiendo igual.
Puntuación
Date un punto por cada “1”, 2 por cada “2”, 3 por cada “3” y 4 por cada “4”.
- 5 puntos: Eres la mujer biónica. No te preocupas por los hábitos, todo depende de la manera en que los programas. Está muy bien, pero también puedes relajarte un poco.
- 6 a 10 puntos: ¡Felicitaciones! Entiendes que los hábitos se pueden planificar y cambiar. Sabes que requieren de un detonante y de una recompensa. Si logras distinguir qué es lo que despierta el cambio y qué tipo de recompensas debes atribuirles, puedes renovar cualquier norma de conducta.
- 11 a 15 puntos: Has aprendido a controlar algunos patrones, pero puedes cambiar otros.
- 16 a 20 puntos: Cero fuerza de voluntad. No te gusta esforzarte ni buscar ser mejor.