Quien te ha dicho que vivir la vida es un asunto sencillo, te ha estado engañando. No estoy diciendo que todo sea malo, pero la verdad es que a veces dejamos que más problemas de los que nos competen, nos hagan difícil la existencia. Hablando de manera metafórica, podría decir que nuestra vida es una maleta. Conforme vamos avanzando, vamos cambiando de equipaje. Hay cosas que siempre serán necesarias, pero otras no tanto. Cargar con objetos de más, puede resultar perjudicial. Si de verdad quieres vivir, deja de cargar lo que ya no necesitas.
Deja de cargar lo que no necesitas
Tal vez te preguntas qué cosas son las que no debes arrastrar contigo. Más que cosas, se trata de pensamientos, sentimientos o experiencias. Nos guste o no, nuestra cabeza y corazón van acumulando todo lo que vivimos. De nosotros depende cómo manejamos todas y cada una de esas experiencias a nuestro favor. No es nada sencillo, pero una vez que decidimos tomar las riendas de nuestra vida, vemos el sorprendente poder que tenemos. Recuerda que nadie más que tú puede hacer ese gran cambio. ¿Lista?
Pasado
Deja de cargar con el pasado, es lo peor que puedes hacer. Hace tiempo comprobé que vivir en el pasado es como no vivir. De nada sirve que estés aquí y ahora, si te la pasas pensando en lo que ya fue. Es un hecho que hay experiencias gratas y otras no tanto, pero de nada sirve que te encierres en el pasado y te olvides de enfocarte en lo que tienes en el presente. A la larga, será tan desgastante que te hará pensar que no puedes más. Obvio si puedes, sólo se trata de que dejes de lado lo que ya no es.
Expectativas
Cada una de nosotras tiene ciertas expectativas acerca de su vida sobre cómo queremos vivir o hacia donde pretendemos ir. A veces, la realidad no logra emparejarse con esas expectativas, haciendo que nos sintamos frustradas por lo que no hemos conseguido. Lo importante es saber cómo manejar esa realidad, para que en lugar de hacernos sentir mal, nos haga crecer como personas. Es más inteligente tomar una actitud positiva sin importar la situación de la que se trate. Así puedes estar segura de que todo saldrá mejor.
Negatividad
Nadie dijo que la vida fuera color de rosa, por lo que así como a veces nos sentimos felices, en otros momentos sentimos que todo está mal. Lo importante es no dejar que esa negatividad nos invada. Sin importar la adversidad, es preciso mantener la frente en alto para salir adelante. Si dejamos que la negatividad nos invada, podemos caer en un mal mood que nos puede arrastrar a depresión o sentimientos autodestructivos.
Culpa
Deja de cargar con la culpa por lo que pasó o no. De nada sirve que te lamentes por cosas que ya no tienen solución o cuya solución no está en tus manos. Sentir culpa no te hace avanzar, al contrario. Cuando decidas hacer algo, lo mejor será que pienses bien antes de hacerlo para que a la mera hora no te arrepientas.
Broncas de terceros
Lo peor que podemos hacer es cargar conflictos que no nos competen. No importa si se trata de problemas de tu mamá, de tu papá o de algún ser querido. Ya bastante tienes que soportar con tus propios problemas como para tener que lidiar con otros asuntos que no son de tu incumbencia. Enfócate en estar bien contigo misma, para que no permitas que las decisiones o problemas de otros te afecten más de lo que deberían.
Una vez que dejes de cargar todas esas maletas que no son tuyas, notarás muchas mejoras en tu vida. Te lo aseguro.