En algún momento de la vida puede ser que te cruces con algún amor con el que sabes que entregarás todo porque se aman de una manera impresionante. Sin embargo, por diferentes circunstancias tienen que separarse. ¿Qué sucede entonces? ¿Qué debes hacer?
Decir adiós no es sencillo
Cuando tomas la decisión de marcharte o dejar ir a alguien importante en tu vida puede ser una de las decisiones más difíciles. En la mayoría de las ocasiones se debe a una decepción o quizá a una reacción impulsiva. Sin embargo, también hay muchas parejas que se aman y aún así saben que es mejor decirse adiós.
Las expectativas jamás ayudan
Puedes amar con intensidad a tu pareja, pero si aun así tienes expectativas que no tienen nada que ver con esa persona, la relación fracasará. Esperar comportamientos particulares de la otra persona es tener una lista de deseos que, si no se cumplen, generarán frustración. Recuerda que si dices amar a alguien es porque lo amas y aceptas tal cual es. No pretendes cambiarlo a tu modo porque entonces realmente no lo amas.
Ten claro lo que quieres
También puede suceder que conozcas a alguien y los dos se amen inmensamente. Sin embargo, esa persona no te complementa de la manera que realmente lo mereces. Al principio de una relación, la pasión está a todo lo que da. Justo por eso nos cegamos y creemos que todo es perfecto, pero en muchas ocasiones no es así. Esa persona podrá darte todo el “amor” que tú crees merecer. La cuestión es que, cuando realmente te sientes plena con alguien, no necesitas estar detrás de él para que te demuestre sus sentimientos.
Puedes amar a alguien, pero si sientes que no está en sintonía contigo, las cosas pueden verse forzadas. Estar con la persona que realmente te ama significa que te sentirás plena y libre en todos los aspectos. Si no es así, entonces puede que no sea amor.
