Las tareas del hogar son responsabilidad de todos los miembros de la casa. Sin embargo, a muchos nos criaron pensando que debía ser responsabilidad principal de la esposa y cuando los esposos lo hacen es más como un favor. Aunque es cierto, este enfoque causa mucha controversia en el hogar y lo que queremos es ayuda, no discusiones. Sigue estos cuatro pasos y lograrás una transición lo más pacífica posible, especialmente si tienes niños.
1. Hacerlo en el mejor momento
Lo mejor es que tú y tu pareja tomen esta decisión en un punto neutro. En un espacio donde ambos se sientan cómodos y en un momento cuando estén tranquilos. Esto no tiene que ser un regaño, solamente un acuerdo.
2. Enlistar las tareas del hogar
Ahora comiencen a escribir una lista de todas las tareas del hogar que se deben hacer para vivir cómodos en su hogar. Anoten la actividad y qué tan seguido debe realizarse.
3. Repartir las tareas
Ahora que cada uno escoja la tarea que más le guste y señale la que más odia. A continuación, repartirán las tareas que no tengan en común. Es decir que si hay una tarea que ambos odien, deberán turnarlas semanalmente para que la carga sea pareja. Si tú odias una tarea y él no, él deberá realizarla. Lo mismo pasa con las tareas favoritas. No te preocupes por las tareas que sobren, esas se asignan en el paso 4.
4. Control de horarios
Ahora deberán repartir las demás tareas. Las demás tareas del hogar deberán repartirse proporcionalmente al tiempo que cada uno pasa en casa. Es decir que si tú pasas cuatro horas al día en casa y tu pareja pasa ocho horas sin estar trabajando, él deberá tener el doble de tareas que tú. La realidad es que las actividades que realizamos son nuestra responsabilidad y también nos cansan. Por eso debemos ser considerados como familia y repartir la carga equitativamente.
