La soledad puede ser simplemente aterradora. De hecho, es la razón de que muchas personas vayan de relación en relación. Conozco a chicas que desde los 15 años de edad no han estado realmente solas. ¿Por qué le tenemos tanto miedo a la soledad? Y, más aún, ¿cómo logramos superarla para estar bien y tener una mejor vida?
Después de una ruptura
Recientemente corté a un chico con el que salía. Aunque fui yo quien tomo la decisión de dejarlo el dolor y el miedo se hicieron presentes. He estado ya de los dos lados: como la chica a la que dejaron y la que dejó. Y temo decirte que sea cual sea el lado en el que te encuentres, el duelo es duro. No obstante, lo duro para quienes dejamos ir a ese chico que nos gustaba es que constantemente existe esta interrogante en nuestra mente: ¿lo hice bien? ¿Fue la decisión correcta? ¿Y si el era el amor de mi vida y ya nunca regresa?
Cómo saber si hiciste lo correcto
Creo que son pocas las mujeres con la fortaleza necesaria para hacer valer sus estándares. Te aseguro que dejar ir a ese chico que te gustaba no fue nada sencillo. Quizá, igual que yo, lo hiciste como una medida desesperada para ver si el reaccionaba y volvía a ti. Cualquiera que sea el caso, tomaste una decisión y creo que ha sido lo mejor que pudiste hacer, porque si tomaste una decisión tan drástica no fue porque el sujeto se estuviera portando del todo bien. En todo caso, si él no regresó es porque probablemente no merece estar en tu vida.
Duele y se siente como si no lo hubieras hecho bien
Después de una ruptura es humano sentirte triste y con miedo. Es el temor lo que te hace pensar que no has tomado una buena decisión. El miedo a perder a alguien valioso en tu vida, a nunca haber sido correspondida, a que él encuentre a alguien mejor que tú o simplemente a perder al hombre de tu vida te hace dudar. Tengo que decirte que estos pensamientos que están en tu mente últimamente son puro miedo. Vas a estar bien, no te arrepientas de tu decisión. Si el hombre que querías vale la pena, va a regresar a ti sin que tú muevas un solo dedo. Eso te lo puedo asegurar. Mientras tanto, tienes que salir de este bache como yo lo estoy haciendo. Espero que esto te sirva.
¿Cómo sentirte mejor?
Lo primero que tienes que entender es de dónde proviene esa soledad. Nos sentimos solas porque vemos constantemente las redes sociales llenas de fotitos de amor, viajes que no podemos pagar, fiestas grandiosas a las que nunca nos invitan y chicas con vidas aparentemente perfectas. Y porque le damos un valor extra al estar con otra persona, en tu mente estar con alguien que no eres tú tiene más valor que quedarte contigo misma y eso suena horripilante. Nos sentimos solas durante alguien tiempo. En ese lapso no sabemos ni quien somos, no tenemos seguridad de quien somos y no tenemos una visión amplia de lo que podríamos hacer con nuestro tiempo.
Manos a la obra
Las fotos en redes no siempre son lo que parecen, grábatelo en la mano si quieres. Es real, mostramos al mundo lo mejor de nuestra vida. La soledad es dura, no te claves, mejor piensa en lo que te gustaría ser y hacer para que tu vida mejore. Conócete un poco más y comienza a buscar nuevos incentivos de vida. En verdad estuve como un zombie durante casi tres meses y espero que eso no te pase a ti. Aún a veces pienso que no tomé la decisión correcta, pero antes de hacerme arañas en la mente fijo mi atención en otra cosa que no sea comida, por supuesto. Comencé a tomar clases de chelo, empecé un diario, regresé al yoga y, no lo sé, solo trato de ser yo misma todos los días. A veces no me sale tan bien, si te soy sincera, pero no me agredo por eso, sé que es un proceso nuevo.
¿Sabes? En parte me da gusto estar pasando por esto. Al final, sé que el chico que dejé no es mala persona por no valorarme. Además, tuve el valor de hacer respetar mi valor personal en ese momento, no conformarme con alguien que no se comprometía conmigo. Llamémosle a esta etapa estado en reconstrucción., Para ninguna persona en este mundo es sencillo, pero estoy segura de que mi siguiente relación va a ser mejor. Sigo trabajando en mí misma y no dejaré que la soledad entre porque sí.