Pareciese que hoy en día hay muy pocos hombres dispuestos a comprometerse. La realidad es que a pesar de que en parte es cierto, debemos reconocer a los buenos hombres de los malos. Los buenos partidos existen, solo tienes que abrir los ojos a ciertas características que los delatan.
Caballeroso
Los hombres han perdido ese no-sé-qué que a todas nos vuelve locas. Busca un hombre que sea caballeroso; abrirle la puerta a una mujer no pasará nunca de moda. Es importante que tu galán tenga ese tipo de atenciones contigo, te hará sentir especial. Además, en muchos casos es una señal de la educación que le han dado.
Respetuoso
El respeto es la base de toda relación amorosa, no lo dejes de lado. Un hombre respetuoso siempre va a ser un buen partido. Que no te hable con groserías, que sea atento contigo y por ningún motivo que sea violento. Debemos ser cuidadosas cuando encontramos en el carácter de un hombre algo que no nos gusta, pues más adelante se puede convertir en un problema.
Estable
Con estable no me refiero enteramente a que sea solvente financieramente, aunque ayuda bastante. Algunos podrán decir que una mujer es interesada si busca a alguien con un buen estatus económico, pero en realidad cómo van a encontrar como pareja el equilibrio si se encuentran en un vaivén económico. Si ambos ponen su granito de arena es más fácil. Por otra parte, sí es importante que sea estable psicológicamente. Conoce muy bien al chico con el que estás saliendo, caras vemos… Se vuelve un factor indispensable reconocer comportamientos tóxicos como: que beba de más, se ponga violento por celos o se muestre demasiado obsesivo contigo. Si es así, ¡corre!
Trata bien a la servidumbre
Un hombre se delata mucho a la hora de tratar a un mesero o un valet. La forma en la que trata a la servidumbre será la forma en la que te tratará pasando unos años de relación. Es una de las mejores formas de identificar un buen partido. Finalmente buscas a alguien amable y estable con quien entablar una relación.
Metas en común
Parte de encontrar el partido perfecto es que tomes en cuenta que ambos deben tener metas similares. De nada te servirá empezar una relación con alguien que quiere abandonar el país si tú no quieres. Y no, hacer cambiar a un hombre de decisión no es factible. Es mejor tener los pies bien plantados en la tierra en estas ocasiones.