Agradezco a esas amigas que aman a mis hijos como si fueran suyos (y de hecho ellas no tienen hijos)

Bien dicen que conoces a tus verdaderos amigos, cuando te conviertes en madre. Antes de eso, puedes salir a divertirte a cualquier lugar. Puedes irte a bailar o a tomar unos tragos y tus amigos estarán ahí para salir juntos a divertirse. Sin embargo, una vez que te embarazas, las cosas cambian a tu alrededor. Justo en ese momento te darás cuenta quiénes de verdad estarán contigo en las buenas y malas y obvio sabrás que así como verán por ti, lo harán por tus hijos. Yo estoy feliz y agradecida con esas amigas que aman a mis hijos como si fueran de ellas. 

Son mis amigas, pero también aman a mis hijos

Llamar a alguien amigo no es sencillo, sólo se le llama así a quienes han estado conmigo en los buenos momentos, pero sobre todo en los malos y difíciles. Cuando murieron mis abuelos, cuando enfermé de hepatitis, cuando me quedé sin trabajo. En esos momentos en los que sentía que las cosas se iban por un enorme agujero, fue justo cuando ellas no me dejaron caer. Lo mejor es que ahora ellas aman a mis hijos, no porque yo se los haya pedido o porque se sientan comprometidas a hacerlo. Lo hacen porque les nace, porque ellas lo eligen.

Entienden que mis prioridades ya no son las mismas

Mi vida cambió por completo luego de que tuve hijos, porque ahora ya no me interesaba de la misma forma por las fiestas o las reuniones. Ahora sabía que primero era mi responsabilidad como madre. Las amigas que aman a mis hijos, saben que ellos no son impedimento para que salgamos a divertirnos o para que pasemos un momento divertido todos juntos. Con ellas en mi vida, sé que no tengo que elegir entre unos y otros, porque obvio ellas saldrían perdiendo. 

Confío en ellas ciegamente

Me han demostrado que me aman y que los aman a ellos, así que no dudaría en confíarselos a ellas si alguna vez lo necesito. Sé que mis hijos están en buenas manos con ellas. Ellas los conocen tan bien, que incluso sin que yo les diga lo que necesitan, ellas lo hacen. Lo mejor es cuando llegan con algún pequeño detalle, porque se acordaron de mis hijos y quisieron traerles esas cosas que tanto les gustan. Ellos demuestran también que se sienten bien ahí, pues disfrutan de su compañía. 

Son el mejor ejemplo para ellos

Una de las cosas que me deja más tranquila, es que ellas son grandiosas mujeres que les enseñan buenas cosas a mis hijos. Así que sé que si algo me pasara, ellos tendrían a muchas mujeres fuertes que no los dejarían caer, sino todo lo contrario. Dan buenos consejos, les gusta divertirse con ellos y los aman como hijos propios. 

¡Gracias amigas!