En la actualidad se le teme al matrimonio más que a los monstruos debajo de la cama. Suena curioso, pero así es. Pocas parejas deciden dar el gran paso de comprometerse. Muchos optan por mantenerse en la relación de novios eternos. Las razones por las que se huye del matrimonio son varias, estas son las más comunes. ¿Te pasa alguna?
Bye, zona de confort
Para todos los seres humanos lo más cómodo es mantenerse en una zona de confort. Zona en la que pueden hacer y deshacer, sabiendo que no saldrán lastimados. En esta zona también se sienten bien porque no se comprometen por completo. Saben que si se pelean con su pareja, pueden correr a su casa.
Rutina e infidelidad
Se le teme al matrimonio por miedo a caer en una rutina de la que no hay salida. Por ende, la infidelidad (según muchas parejas) es la única salida para darle un toque de picardía a la relación. La verdad es que no hay pretexto para caer en una rutina, sin importar si es relación informal o un matrimonio ya estable. Todo depende de la comunicación que exista en la pareja.
Roces familiares
Para muchas familias resulta complicado formalizar con su pareja por la reacción que puede tener la familia. El amor en la pareja puede ser inmenso, pero dejar que intervengan las opiniones de terceros podría poner en aprietos la relación.
Dejas de ser solo tú
La razón más importante por la que se le teme al matrimonio es porque dejas de ser tú. Bueno, eso es lo que piensan muchos. Sin embargo, creo que más bien se trata de que descubres una nueva faceta de tu vida.
Ver a la misma persona todos los días
Parece ilógico, pero muchos temen aburrirse de ver a la misma persona todo el tiempo. En verdad me parece algo extraño cuando amas a alguien de verdad.
No quieres ser solo la “esposa de…”
Como mujeres, tememos que al casarnos con alguien solo nos miren como la esposa de fulanito. Esforzarnos tanto para salir adelante y que sólo te recuerden porque estás casada con él es algo que no está padre.