6 cosas que sólo entiendes si eres la hija/hermana mayor

A estas alturas de la vida no sé si es una fortuna o una desgracia ser la hija/hermana mayor. En algunos momentos podría decir que es lo mejor, pero en otros pienso lo contrario. Si tú estás en la misma situación que yo, seguro me comprenderás a la perfección.

1. “Cuida a tu hermano”

Lo peor que pueden hacer nuestros padres es cargarnos la responsabilidad de nuestro hermano o hermanos. Ellos son los que decidieron tener otros hijos, no nosotros. Entonces no entiendo su lógica de que quienes tienen que hacerse cargo de ellos seamos nosotros. Ah sí, ya sé, por ser la hija/hermana mayor es mi obligación. Patético a mi parecer, pues a veces tenía que dejar de jugar o hacer mis cosas por ver a mi hermano.

2. “No hagas cosas malas, eres su ejemplo a seguir”

Cuántas veces no deseaba aventar las cosas cuando me hacían enojar. Incluso pensé en que de mi boca saliera alguna leperada, pero no lo hacía porque sabía que era algo grosero. Sin embargo, muchas veces no pude expresarme como lo hubiera deseado porque era el “ejemplo a seguir”. De verdad en qué mente cabe la idea de que un niño es el ejemplo para otro. Más bien, los papás son los que tienen que ser el ejemplo de los hijos y ponerse las pilas de lo que les van a enseñar. No tendrían por qué pedirnos a nosotros que hagamos algo que no nos corresponde.

3. “Sales, pero él debe acompañarte”

Como hija/hermana mayor, muchas veces me tocó que mis papás me dieran permiso de hacer algo, siempre que llevara a mi hermano conmigo. Si iba al cine con mis amigas, o al boliche o a donde fuera, tenía que cargar con él. Sinceramente no es que me molestara estar con mi hermano, pero no entiendo por qué cuando él lo hacía, si lo dejaban ir solo.

4. “Comparte con él tus dulces o juguetes”

En verdad, no es nada contra mi hermano, pero me parece muy injusta la forma en que mis papás fueron conmigo comparado con la forma en que lo trataron a él. Siempre me pedían que compartiera todo con él, desde mis dulces, mis juguetes y todo lo que fuera posible. En efecto, era otra de las desgracias que tenía que vivir por ser la hija/hermana mayor.

5. “No lo molestes ni lo hagas llorar”

O sea, él sí tenía derecho de hacerme desatinar, pero yo no podía molestarlo porque el niño lloraba. En verdad creo que el verdadero problema siempre fue con mis padres que me enjaretaron una responsabilidad que yo no pedía.

6. “Déjalo que haga lo que quiera, está chiquito”

Sí, como era el pequeño, la novedad, lo curioso (así como los cachorros), le permitían que hiciera todo. En cambio a mí, creo que cada vez me exigían más y eso no era nada padre. Recuerdo que muchas veces me enojé con mi hermano aunque en realidad la culpa no era de él.

¿Te tocó vivir algo parecido?