Usé crema corporal por un mes y noté estos resultados…

Sinceramente desde que tengo uso de razón, por voluntad propia no he usado crema corporal. Muchas veces mi mamá me dijo que tenía que usarla para tener en buen estado mi piel. Sin embargo no le di importancia a lo que ella me decía.

Un día…

Aproximadamente hace tres años, en la época de invierno me percaté de que mi piel no tenía buen aspecto. Se veía sin brillo y lucía realmente reseca. Debido al clima frío casi no tomaba agua. ¡Qué tonto pretexto, lo sé! Jamás imaginé que no tomar suficiente agua ni untar mi cuerpo con crema corporal, causara tal resequedad.

Lo que pasó después

En ese momento (hace tres años) no le di importancia a eso. Cuando vi mi piel así, sí me preocupé, pero después lo dejé pasar. Pasó un año y luego otro y yo seguía con el mismo patrón. Tomaba agua, pero no usaba crema corporal. Después de dos años de seguir con tal apatía, vi un documental que hablaba sobre la epidermis. En él, explicaban que la mayor parte del cuerpo se compone de agua y que es muy importante que nos mantengamos hidratados. Tanto por dentro como por fuera, el organismo necesita del agua. Fue hasta ese momento que me cayó el veinte de lo que pasaba conmigo. Sin embargo, no fue suficiente para que yo hiciera algo al respecto. Lo sé, estaba mal y finalmente la que se hacía daño era yo sola.

Inició el 2017

Al comenzar este año, uno de mis propósitos era cuidar mi cuerpo por dentro y por fuera. Empecé a hacer ejercicio de manera constante y me enfoqué en comer de manera más saludable. El ejercicio y la dieta fueron cosas sencillas. Sin embargo, el uso de la crema corporal me seguía causando conflicto. Trataba de ser constante en su uso, pero por una u otra razón no lo conseguía. Así pasaron varios meses hasta que una mañana desperté decidida a hacer un cambio completo en mi vida.

Llegó octubre…

Bien dicen que los años no pasan en vano. El primer día de octubre desperté con una idea que me taladraba la mente. Faltaba menos para mi cumpleaños número 30 y eso me causó gran estrés. Llegar al tercer piso no está mal, pero lo que sí está mal es que no haya hecho nada para preservar mi belleza. Ese mismo día, a la de sí o sí, me apliqué crema corporal después de bañarme. Me percaté de que sentía más frescura y no tenía comezón en las extremidades. Al día siguiente hice lo mismo y así fue pasando la primera semana. Cuando llegué a la segunda semana, noté mi piel super suave y brillante. Conforme transcurrían los días yo me sentía muy contenta, pero al mismo tiempo arrepentida. Me arrepentí de no haber hecho esto con constancia desde muchos años atrás.

Moraleja: si aún estás en la adolescencia, comienza a cuidar tu piel. No esperes a llegar a los veinte o más para hacerlo. Si ya están entre los 20 y 30 enfócate en usar los productos adecuados para retrasar la aparición de arrugas. Trata de llevar un estilo de vida saludable. Si ya tienes más de 30, usa las cremas adecuadas según tu necesidad. Finalmente la piel nos acompañará hasta el final de nuestros días y lo mejor es tenerla en buen estado.