Con el paso del tiempo, la vagina va sufriendo cambios que le hacen perder su tono muscular original. La vaginoplastia surge como método reconstructivo. Si piensas hacerte una reconstrucción de vagina, debes conocer esto.
En qué consiste la vaginoplastia
Es un procedimiento que le devuelve el tono muscular a la vagina, además de reducir el diámetro de la misma. Este método reconstructivo ha ganado popularidad como una opción para las mujeres. Sirve también cuando se quiere revertir la flacidez causada por un parto, episiotomía o por envejecimiento. Sin embargo, ha despertado controversias, pues algunos creen que no incrementa la satisfacción sexual.
Cómo se lleva a cabo
Puede realizarse con anestesia local y se lleva a cabo en una o dos horas. Se maneja como una cirugía ambulatoria, por lo que la paciente puede ir a casa después de la cirugía. Aunque es un procedimiento relativamente sencillo, puede tener ciertos riesgos. Si no se tienen los cuidados necesarios puede haber sangrados, hematomas, infección, dehiscencia de las suturas, etc. Cada paciente debe ser valorada de forma individual para saber sus condiciones. Antes de tomar la decisión, infórmate para que no te sientas confundida. En los casos que la vaginoplastia se realiza, se necesitan de seis a ocho semanas de reposo pélvico. Eso quiere decir que no debe haber sexo, esfuerzos excesivos ni uso de ropa ajustada. Después de una semana es posible retomar las actividades con normalidad.
Acude con el experto
Pensarías que un cirujano plástico es el médico que debe realizar esta cirugía, pero no es así. Por el contrario, el uroginecólogo entrenado en cosmetología ginecológica es el indicado en hacerla. Cuando consideres la operación, debes hablar abiertamente con tu médico sobre las inquietudes que tengas. Es una cirugía que se agrupa bajo el concepto de “rejuvenecimiento vaginal”, “estética vaginal” o “cosmetología ginecológica”.
Acepta tu cuerpo y sólo toma decisiones de este tipo cuando tu salud esté de por medio.
