Blush, ¿amigo o enemigo de tu rutina de maquillaje?

Todas nosotras tenemos una rutina de maquillaje con la que nos sentimos cómodas. Algunas chicas la llevan a cabo minuciosamente, mientras que otras de nosotras sólo usamos lo básico. Si eres de las chicas que ama blush, seguro piensas que es básico, pero ¿realmente es necesario?

Aplicación del blush

El rubor es un must have en tu rutina de maquillaje, pero de acuerdo a cómo lo apliques, puede convertirse en tu mejor o peor amigo. Si lo haces de manera prudente, el blush te ayudará a lucir fresca. Sin embargo, si aplicas demasiado, puedes parecer payasita. Para lograr usarlo adecuadamente, necesitas aplicarlo en la cantidad adecuada para que resalte tus pómulos de manera equilibrada.

Rutina de maquillaje

Si quieres lucir fresca y natural, enfócate en aplicar el blush sólo en las manzanas de tus mejillas. Son la zona de tus mejillas que sobresalen cuando sonríes. Aplica un poco de blush a dos dedos de distancia de tu nariz. De esta forma lucirás un aspecto juvenil. Si notas que se ve demasiado el rubor, no te preocupes. Lo único que tienes que hacer, para conseguir el efecto de luz, es aplicar un poco de polvo translúcido. Así neutralizarás el exceso de rubor.

Si quieres atreverte a algo diferente, puedes combinar dos o tres tonos diferentes de blush. Primero aplica un tono coral y luego uno nude. El efecto que conseguirás será increíble y con un aspecto muy natural. Para la mejor rutina de maquillaje, el consejo principal es evitar las plastas de rubor. Así podrás decir que el blush es un amigo que jamás queda excluido de tu makeup.

Recuerda que para un maquillaje lindo, lo más recomendable es que uses tonos que se lleven bien con el tono de tu piel. Así el contraste que crearás será bueno y lucirás radiante siempre.