Para que una relación funcione, sin duda la pareja debe ser compatible.
Así podrán avanzar sin mayores complicaciones.
Después de que el enamoramiento ha pasado, las cosas empiezan a salir a la luz y habrá partes que no nos agraden de nuestra pareja. Sin embargo, si son compatibles seguramente podrán salir de los percances y complicaciones mucho mejor librados.
Compartir nuestra forma de pensar hace que una relación sea más duradera y fácil de llevar.
Sólo a través de la experiencia te podrás dar cuenta si esta persona puede encajar o no en tu vida. Si eres compatible con tu pareja se crea una complicidad entre los dos, un engranaje invisible que hace que los demás aspectos de la relación cuadren. Llámense sexualidad, problemas familiares, pensamientos internos, estado de ánimo y muchas otras cosas más. Esto es lo que hace que una pareja esté realmente conectada.
Considera….
Debes de entender que la compatibilidad nada tiene que ver con la atracción física. En ocasiones te podrás sentir atraída físicamente hacia algún prospecto, ¡pero esto no te dice nada! No puedes solo verlo y creer que congenia contigo, deberás conocer a la persona para ver si tienen una idea parecida del mundo.
Cuando existe compatibilidad, la pareja se comunica fácilmente. Hay comprensión en ambas partes y, aunque a veces no compartan del todo un punto de vista, están dispuestos a aceptar o ceder a la otra persona. Aquí lo importante es que los dos se encuentran en el mismo canal la mayor parte del tiempo y comparten varios puntos de vista.
¿Entonces debemos de pensar igual?
¡Es imposible! Cada persona tiene su propia manera de pensar. Evidentemente los dos no deben de pensar igual o creer en las mismas cosas todo el tiempo. Se trata, más bien, de ver algunas cosas de forma similar. Por ejemplo: el camino en la vida, el futuro, si quieren casarse, etc. tener metas similares es lo mejor que puede tener una pareja.
Complicidad. Es aquí cuando necesitas ser tres en uno: Amiga, novia y amante. Es más fácil saber el momento indicado para usar cada una si existe un entendimiento y comunicación abierta.
Y sí, a veces no nos entendemos… Compartir nuestra vida con alguien es bastante complicado. Habrá momentos en los que no estarán de acuerdo con las decisiones del otro y habrá que ceder. Debemos aceptar que no solo lo que creemos o pensamos es lo correcto. El amor nos guía en estas situaciones. A veces debemos dar un poco nuestro brazo a torcer, incluso podemos terminar aprendiendo algo nuevo del mundo o la visión de nuestra pareja.
Si algo es muy cierto es que si no existe compatibilidad desde el principio, nunca la van a tener.