Miles de veces he escuchado que las chicas consideran a su madre su mejor amiga. El mismo número de veces he escuchado que existen problemas irreconciliables entre madre e hija. Ante ambas perspectivas surge la duda: ¿cómo fortalecer la relación entre ambas? Existen muchas formas, pero la más importante es el deseo de estar unidas sin importar lo que suceda.
No se cuenten todos los problemas de pareja
Cuando se tienen mucha confianza suelen contarse cosas muy íntimas. Esto no es malo, pero recuerda que hay ciertos límites que es mejor no pasar. Por ejemplo: a ti no te gustaría escuchar todos los detalles de las peleas entre tus padres; pues a tu mamá tampoco le gustaría escuchar todo acerca de tu vida en pareja. Es obvio que puedes pedirle consejos, pero si te excedes, terminará odiando a tu novio.
Respeten sus espacios
Existe una cosa que se llama privacidad y ambas deben respetarla. Habrá momentos en los que tu mamá pasará por situaciones que no querrá contarte. Por tu parte, no debes ejercer presión para que lo haga, así mismo ella tampoco lo hará. Mucho menos vas a ir a su habitación a tomar sus pertenencias sin permiso, ni ella registrará tu habitación.
La mejor forma de fortalecer su relación es mediante la opinión asertiva
Otra cosa que sucede cuando te llevas muy bien con tu mamá es que ambas piden la opinión de la otra para todo. Esto está bien, pero siempre, siempre, hay que tener cuidado con lo que se dice. En este sentido no deben criticarse, si no tienen una opinión agradable, es mejor no hablar. Recuerda que las palabras son difíciles de olvidar. Una opinión asertiva es bien recibida, una crítica no.
Nunca olvides que es tu mamá
Tal vez se escuche raro, pero en ningún momento debes olvidar que se trata de tu mamá. Por ello debes obedecerla y respetarla. No se trata de una más de tus amigas con la que puedes pelear y reconciliarte mil veces (aunque eso tampoco está bien). Simplemente hay una conexión especial entre ambas que les permite hablar y hacer cosas juntas, pero jamás perderse el respeto.